martes, 3 de marzo de 2015

Si a la segunda birra enrollo el billete, si a la tercera raya me he comido el medio.

Querías romper espejos, rajarte con ellos, pensaron "puta loca"... pero ella sabía el porqué.
No era perfecta, ni mucho menos, de hecho todo eran defectos, ella en sí era un defecto, pero un defecto precioso.
Se amaba más que a nadie, se odiaba como a nadie.
No podía comprender porque tantos matarían por ella, pero por el que ella mataba estaba muriendo por otras.

No voy a escribir mensajes de amor, y menos de aliento, no voy a esperanzar a otros cuando yo no lo siento así. Renunciaré a todo por ti aun sabiendo que no lo agradecerás, ni siquiera lo percibirás. ¿Pero sabes qué? Te quiero, y eso está por encima de todo, llevo media vida peleándome por tus sobras y no voy a dejar de hacerlo ahora...(porque te quiero).

No hay comentarios:

Publicar un comentario